Un nuevo estudio europeo confirma que la presión creciente que existe para producir resultados publicables en revistas científicas repercute de forma negativa en la calidad de la investigación científica. Las conclusiones se han publicado en la revista de acceso libre PLOS One.
La comunidad investigadora mundial produce más de 1,4 millones de artículos científicos cada año. Tras examinar más de 1.300 artículos de disciplinas tan diversas como la física y la sociología en los que se afirmaba haber comprobado una hipótesis, Daniele Fanelli, investigador italiano en la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), concluye que la comunidad científica presenta resultados más “positivos” en aquellas regiones donde se publican artículos con más frecuencia.
“Los científicos están sometidos a un conflicto de intereses cada vez mayor, pues se encuentran divididos entre la obligación de ser objetivos y exactos, y la necesidad de mantener viva su carrera profesional», explica. Fanelli, que ha cuantificado la objetividad en las ciencias naturales y sociales en EE UU.
Para elaborar las conclusiones, que se han publicado en la revista Public Library of Science (PLoS) ONE, Fanelli se basó en datos de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) de EE UU y comprobó si las conclusiones de los artículos guardaban alguna relación con la productividad de cada estado de los Estados Unidos, para lo cual midió el promedio de artículos publicados por cada científico.
El investigador observó que los autores radicados en los Estados más “productivos” tenían una tendencia más acusada a respaldar la hipótesis examinada, con independencia del campo de investigación y de si habían recibido financiación. Fanelli también sugiere que los científicos que trabajan en ambientes más competitivos y productivos tienen más probabilidades de hacer que sus resultados parezcan más “positivos” (como en Michigan, Ohio, Nebraska y Columbia).
Para Fanelli, el resultado de un experimento depende de muchos factores, “pero la productividad del Estado de residencia no debería ser uno de ellos, al menos en teoría. No podemos descartar que los investigadores de los Estados más productivos sean más capaces y cuenten con mejores medios y, por tanto, consigan más logros, pero es improbable que esto justifique la tendencia observada en este estudio”, subraya.
Un detalle que pasaba desapercibido
“Si bien muchos estudios han puesto de relieve los efectos nocivos de los conflictos de intereses de tipo financiero que se dan en la investigación biomédica, nadie se ha fijado en este conflicto mucho más amplio que podría afectar a diversos campos”, explica el experto.
Las conclusiones de la investigacioón pueden ser extensibles a todos los países occidentales desde el punto de vista científico. “La competencia académica por obtener fondos y puestos va en aumento en todas partes”, señala Fanelli, para quien las políticas excesivamente basadas en mediciones objetivas de la productividad “pueden redundar en un empeoramiento de la calidad de la ciencia”.
Esta investigación ha contado con apoyo del proyecto OBJECTIVE SCIENCE (“Cuantificar la objetividad en las ciencias naturales y sociales”), que dispone de más de 161.000 euros del Programa Específico “Personas”del Séptimo Programa Marco (7PM) para evaluar el posible sesgo de estas ciencias.
Más información: http://www.ellibrepensador.com/2010/04/30/la-presion-por-publicar-afecta-a-la-calidad-de-la-investigacion/
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